*En conmemoración del Día Internacional de la Mujer 2019, Mercury Marine proporciona un vistazo a la vida de Betty Bauman, una mujer fuerte e increíblemente determinada que ha tenido un impacto positivo en la vida de muchas personas.
Día Internacional de la Mujer (8 de marzo)
Dale un pez a una mujer y comerá un día...
Betty Bauman, del sur de Florida, dijo las siguientes tres frases mientras contaba tres de sus aventuras memorables en el agua. Adivina cuál ha sido su trabajo estos últimos 22 años.
“Teníamos olas de 12 pies de altura, con un viento tan fuerte que te volaba el sándwich de la mano”.
“... Iba a nadar hasta allí cuando vi los caimanes”.
“Caí por la borda de noche en una corriente increíblemente rápida cuando me estiré demasiado para atrapar un camarón”.
¿Su trabajo? Enseñar a otras mujeres a pescar.
A comienzos de su vida adulta, Bauman pescaba de vez en cuando con su esposo, un pescador de competición, pero no era una buena experiencia en general, pues ella no sabía bien lo que hacía y él no sabía cómo enseñarle. Este dilema hizo que Bauman se preguntara si otras potenciales pescadoras tendrían problemas similares.
Bauman creció en Pensilvania pescando con un palo y una línea, pues su hermano siempre se quedaba con la caña de pescar de la familia, pero comprendía los fundamentos básicos. Más adelante, decidida a aprender todo sobre la pesca, estudió mucho y no solo aprendió a pescar, sino que se capacitó para enseñar a otros.
En 1997, fundó Ladies, Let’s Go Fishing, , o "Damas, Vamos a Pescar", un programa para mujeres basado en seminarios que consiste en clases de pesca, información y experiencias en el agua en lo que también le gusta llamar “La escuela de pesca donde nadie te grita”.
Bauman comparte sus conocimientos y pasión por la pesca y la conservación con otras mujeres, 8000 de ellas hasta ahora, y todavía no ha terminado su misión.
El éxito de Bauman le ha hecho ganar premios entre sus contemporáneos y los medios. La Revista. BoatU.S llamó a Bauman una de “Las mujeres más exitosas de la navegación en Estados Unidos”, y fue nombrada Mujer del Año en la industria de la pesca deportiva nacional por la Asociación Estadounidense de Pesca Deportiva. Más recientemente, formó parte de la lista de la revista Boating Industry de los 21 Líderes con mayor influencia en la industria marítima del siglo XXI.
¿Y qué hay del sándwich?
... Deberíamos explicar un poco más sobre las tres historias de Bauman que mencionamos en el párrafo de apertura de este artículo.
Historia nro. 1: Almuerzo en el barco que salió mal
“He pescado con oleajes de 12 pies de altura, con un viento tan fuerte que podría hacer volar el sándwich de tu mano antes de que pudieras comértelo. Y una vez perdí un pez vela que valía más de $30 000 en un torneo... arrancó el anzuelo”.
Historia nro. 2: Un pequeño problema al llevar el barco al agua
“Mi trabajo era sostener la línea y traer el barco hacia el muelle (una vez que estuviese en el agua). El barco salió muy rápido al soltarse del remolque y no pude sostener la línea. Iba a nadar para recuperarlo cuando vi los caimanes. No había nadie cerca para pedir ayuda. Cuando mi esposo volvió de estacionar la camioneta, hubo algunos gritos mientras yo miraba con vergüenza cómo el barco se iba flotando en la niebla”.
Historia nro. 3: Un camarón demasiado lejos
“Caí por la borda de noche en una corriente increíblemente rápida cuando me estiré demasiado para atrapar un camarón. Era una noche fría y me asusté con el peso de mi ropa mojada, especialmente porque solo había otras dos personas en el barco, una con un brazo roto en cabestrillo, y la corriente me alejaba de ellos en la oscuridad. ¡Me sacaron del agua con la red de seis pies todavía en la mano, y el camarón en ella! Me puse ropa seca y seguimos pescando”.
Cuando Bauman abrió su primera escuela de pesca para mujeres, tenía mucha experiencia en la industria marítima, incluso había pasado tiempo con celebridades.
“Tenía un puesto en el área de mercadotecnia en Wellcraft Marine y tenía que aprender pesca en agua salada”, contó. “Wellcraft me envió a mi primera experiencia de pesca en alta mar, a un torneo con Gary Dunn y (la estrella de la NFL) “Iron” Mike Webster, de los Pittsburgh Steelers. La pesca de alta mar me gustó mucho y también quise aprender sobre pesca costera para pescar en Longboat Key, Florida, donde vivía. Compré un barco de pesca pero no tenía idea de cómo atar un anzuelo siquiera, así que probé con nudos que usaba para atar caballos. Igual pude pescar algo”.
A su puesto en Wellcraft le siguieron trabajos con las compañías de navegación Donzi y Aquasport, antes de que Bauman utilizara su título de grado en comunicaciones y abriera su propia firma de relaciones públicas. También hizo publicaciones para torneos en alta mar, donde conoció a su futuro esposo, en ese momento un exitoso pescador de competición.
“Cuando me llevaba a pescar, yo absorbía todo lo que podía”, contó. “Quería mejorar mis habilidades antes de pescar; en el momento en sí no hay mucho tiempo para seguir instrucciones”.
El comienzo de un cambio
Esos fueron los días y las experiencias que llevaron a la creación de Ladies Let’s Go Fishing.
“Pensé que debía haber millones de mujeres que quisieran pescar pero que quizás no se sintieran cómodas”, dijo. “La solución era un programa para que las mujeres aprendieran, practicaran y pusieran a prueba sus habilidades en el agua en un ambiente que no las intimidara. Para esto se necesitaban patrocinadores, y tuvimos la suerte de captar la atención de aquellos que querían construir un futuro para el deporte”.
Mercury Marine ha sido el patrocinador oficial de los motores de Ladies Let’s Go Fishing desde el primer día y sigue apoyando las iniciativas de Bauman.
Luego de dos décadas enseñando a otros, Bauman dice que los nombres y las caras han cambiado un poco, pero las personas y su motivación siguen siendo constantes.
“Sus razones para acudir a nosotros han prevalecido en el tiempo”, dijo Bauman. “Siempre hemos atraído a mujeres de ambientes, edades e ingresos distintos; cuando asisten a clase, todas son iguales en su búsqueda de conocimientos. ¡Me encanta pescar con mujeres porque se emocionan mucho al atrapar y soltar un pez!
“Y nuestros métodos de enseñanza, basados en la investigación de nuestras primeras clases, siguen siendo lo que la gente quiere. Ladies, Let’s Go Fishing ofrece un entrenamiento práctico cara a cara, además de la oportunidad de pescar desde barcos alquilados. Eso es algo que no se puede hacer en línea”.
En el barco
Aunque Bauman ama enseñar, es posible que ame pescar todavía más.
“Me gustan más los peces que son activos en la superficie que los que se mueven por el fondo; los peces que saltan, como el pez vela, el tarpón, el dorado, el róbalo, el salmón y la trucha”, dijo.
“Atrapar peces grandes puede ser emocionante y/o agotador, depende del grueso de línea y la especie. Un pez vela de 50 libras o incluso un marlín de 100 libras son más fáciles de dominar que un atún o un tiburón de 50 libras por el tipo de comportamiento que presenta el pez. Yo atrapé un dorado de 60 libras con un grueso de línea de 30 libras y un reel rotativo. El pez ni se dio cuenta de que lo había atrapado... la pelea solo duró 15 minutos. La línea se rompió cuando intenté engancharlo, pero lo atrapé”.
Pero en el barco no todo sale como lo planea en clase.
“Si un tiburón se come tu pez, puede que de repente te encuentres luchando contra otro pez, de 100 libras y con una fuerza tremenda”, dijo. “Le enseñamos a las mujeres a usar las caderas y la espalda para luchar contra el pez y así no agotar la fuerza de sus brazos, además, les enseñamos a enganchar el reel al chaleco para facilitar la pelea. Una vez que el pez está en el barco o lo hemos soltado, ¡es una sensación como ninguna otra!”
Cuando se trata de emoción, dijo Bauman, los pescadores y las pescadoras son iguales.
“Lo que más disfruto es cuando pican. Ahí es cuando comienza la parte emocionante”, dijo. “La pelea es el desafío, el momento en que pueden pasar cosas inesperadas, sin importar el nivel de habilidad. Si el pez nada debajo del barco o se enreda en una boya, las cosas puede ponerse complicadas. Si se enganchan varios al mismo tiempo puede ser un desastre. Depositar al pez adentro del barco es el toque final”.
Bauman es partidaria de pescar y soltar. Sin embargo, de vez en cuando un suculento mero o dorado llega hasta su cocina.
”Aunque me gusta llevar pescado a casa para comer, suelto a los peces que deben soltarse para su conservación”, dijo. “Enseñamos a las mujeres a limitar lo que atrapan, no a atrapar hasta el límite; es decir, ‘No llenen el congelador’. Atrapen lo que vayan a comer y liberen al resto. Además, les enseñamos la forma correcta de soltar a los peces para que sobrevivan. Hay muchas mujeres, como yo, a las que les gusta cocinar lo que atrapan. Estos pescados son más frescos que los que venden en la tienda, y el pescado forma parte de una dieta sana”.
Pocas de sus 8000 estudiantes graduadas desaparecen. Muchas se mantienen en contacto.
“Muchas han dicho que Ladies, Let’s Go Fishing les ha abierto un mundo nuevo”, dijo Bauman. “Hay mujeres que hicieron el curso hace años y ahora tienen puestos importantes en la industria pesquera, se han convertido en capitanas de barco o me envían fotos de sus aventuras de pesca alrededor del mundo”.
Uno se pregunta a cuántas se les habrán volado sus sándwiches o han tenido que nadar en agua infestadas de caimanes en busca de un barco a la deriva.